PACIENCIA EN LA ESPERA
octubre 22, 2021
Podemos pensar que nuestra teología y nuestra actitud sobre el Señor se revelan por lo que decimos creer. Pero cuando nuestras oraciones no son respondidas y las circunstancias no cambian, la manera en que esperamos dice mucho sobre lo que creemos en realidad.
Job era un hombre que temía a Dios, que soportó la pérdida de sus hijos, de su salud y de sus bienes. Sin embargo, se mantuvo fiel al Señor durante todas las tribulaciones, a pesar de su apremiante necesidad de saber la causa de su aflicción. En medio de su sufrimiento, Job clamó: “¡Quién me diera que mi petición se cumpliera, que Dios me concediera mi anhelo!” (Job 6.8 LBLA). Cada día estaba lleno de un dolor implacable, pero su consuelo y su alegría eran que “no [había] negado las palabras del Santo” (Job 6.10 LBLA).
El mundo que nos rodea juzga a Dios como injusto, indiferente o maligno, pero este nunca debería ser nuestro caso. Cuando el Señor guarda silencio en nuestros momentos de adversidad o confusión, debemos acudir a su Palabra para descubrir lo que ella dice sobre su manera de ser y sus caminos. Aun cuando lo que sentimos nos parezca aplastante y nuestra fe comience a flaquear, podemos mantenernos firmes en la verdad de las Sagradas Escrituras.
Biblia en un año: Lucas 4-5
Amén