Si confiamos en Jesucristo como salvador, Dios nos salvará, haciéndonos sus hijos para siempre.
Sin Dios no tenemos esperanza. Nacemos con la naturaleza carnal y seguimos pecando durante toda nuestra vida. El castigo por el pecado es la muerte y la separación eterna de Dios nadie está excepto de esta verdad bíblica, y no hay nada que podamos hacer para cambiar la situación. Entonces aparece la gracia de Dios su favor y merecido para con nosotros. la salvación es posible sólo por la gracia; ya que no podemos hacer suficientes buenas obras para ganarnos nuestro propio camino al cielo. Aquel que recibió el castigo por nuestro pecado merece todo el crédito todo por nuestra redención. Y, adiós gracia, no hay transgresión demasiado grande para él. no podemos añadir nada a su acto de expiación; lo único que podemos hacer es recibir este regalo inmerecido. Sin confiamos en Cristo como salvador Dios no salvará, haciendonos sus hijos para siempre.