No os descuidéis en ningún momento de guardar una actitud digna. Suponed que pasáis por el lado de un niño presas de cólera y blasfemando. Vosotros no habéis visto al niño, pero él os ha vista a vosotros, y es muy probable que conserve el recuerto de vuestra baja actitud. Sin saberlo habréis sembrado un mal germen en el alma de ese niño, un germen que puede desarrollarse, y todo por haber cometido un olvido ante ese muchacho, por no haber cultivado en vuestro ser el amor activo, hijo de la reflexión.
top of page
Buscar
Entradas recientes
Ver todoTE HAS PUESTO A PENSAR QUIEN ERES PARA DIOS Para Dios eres una piedra preciosa, que a pesar de qué no crees en ti mismo; Dios y cree en...
El es mi libertador todo hemos sido libertado de cierta manera de vivir o de cierta manera de pensar, o ciertas cosas en nuestra vida....
Comments